Por Noelia Hontoria 
¿Se puede hacer una escapada a Santiago de Compostela de 48 horas o menos? Perfectamente. La capital gallega es una ciudad que se recorre muy bien a pie y en la que la mayoría de sus atractivos turísticos se encuentran a unos pocos minutos andando. Además, su gastronomía es excelente, abundante y de calidad, y su valor cultural y monumental es incalculable. Hoy te quiero contar todo lo que hice en Santiago de Compostela en un fin de semana para que puedas «copiar» mi ruta.
Guía de 48 horas en Santiago de Compostela: mi ruta de fin de semana
Día 1:
08:00h: En mi caso, cogí un tren con AVLO a las 8 de la mañana en Chamartín y a las 11 en punto ya estaba llegando a Santiago. Me parece súper cómodo viajar en tren, no hay que esperar infinitas horas en la estación y el control de acceso es muy rápido. Siempre miro los precios y reservo los billetes a través de Trainline, es una app muy fácil de utilizar y que te recomiendo.
11:00h: Nada más llegar, caminé quince minutos hasta el Mercado de Abastos, donde planeé picar algo en sus puestos gastronómicos (concretamente había mirado Abastos 2.0), pero abrían más tarde, así que el plan B fue coger un par de trozos de empanada en la Panadería Liste. Por apenas 2,50 euros cada uno, pudimos probar una buena porción de empanada de zamburiñas y de empanada de berberechos.
11.30h: A continuación fui al Parque de la Alameda, a menos de diez minutos caminando. Merece mucho la pena dar un paseo por él. Es pequeño, pero tiene lugares muy bonitos. Desde la estatua de As Dúas Marías, hasta el imprescindible mirador a la Catedral, un spot para hacer fotos en Santiago de Compostela. También hay un mirador hacia el Campus Sur y un montón de rincones muy bonitos y con mucho encanto. Tuve mucha suerte y me cogió un día de sol fantástico, por lo que este paseo por el parque fue un plan muy bonito.
13.00h: Vuelta al casco histórico. A menos de cinco minutos caminando está la zona de restaurantes de Santiago. En general, es una ciudad donde se come muy bien, pero creo que tuve especial suerte con el sitio que escogí. Un lugar lleno de locales y con una calidad de marisco excepcional. En A Noiesa, un restaurante con un buen ambiente, de mesa y mantel, y con un servicio fantástico, probé las navajas (las mejores de mi vida), un plato enorme de mejillones al vapor, zamburiñas a la plancha, empanada de merluza y una tarta de queso. Todo esto, para dos personas, más cafés y agua para beber, costó menos de 70 euros. Creo que no hay nada con mejor relación calidad – precio y merece totalmente la pena. Eso sí, reserva con tiempo porque siempre está lleno.
15.00h: Tras comer, hice el check-in en el hotel. Me alojé en el Parador de Santiago de Compostela gracias a una oferta de temporada baja que encontré y la verdad que me salió muy bien de precio (130 euros con desayuno incluido). Un pequeño descanso en la habitación y un ratito para explorar los claustros y jardines del hotel, que merece mucho la pena y vuelta a la calle para explorar Santiago.
17.00h: El casco histórico de Santiago de Compostela se recorre muy fácil a pie. La primera parada fue la Plaza del Obradoiro. Se puede entrar gratis y sin reserva a la Catedral, aunque la zona de los Museos sí es con entrada (salen invitaciones gratuitas si lo miras con tiempo).
Las calles principales, todas paralelas, con restaurantes, bares y tiendas son la Rúa do Vilar, Rúa do Franco, Rúa Nova y Rúa de Calderería. En cuanto a las paradas imprescindibles, apunta estas: la ya mencionada Plaza del Obradoiro, el Monasterio de San Martín Pinario, el Convento de San Francisco de Santiago, la Plaza de Cervantes, la Plaza de Quintana de Vivos, la Plaza de Quintana de Mortos, la Plaza de las Platerías y el Pazo de Fonseca. Con esto, más el Mercado de Abastos y el Parque de la Alameda que ya vimos por la mañana, hay una fotografía general de Santiago.
En una tarde da tiempo a verlo todo, pero ten en cuenta que yo, excepto a la Catedral, no entré en museos ni similares. Si quieres hacer otro tipo de visitas tendrás que recalcular los tiempos.
21.00h: Hora de cenar. Quería ir a la Taberna O Gato Negro, pero para esta hora ya estaba hasta la bola, así que busqué otra opción donde hubiese sitio. Acabé en la Pulpería O Piorno, bastante buena. Con cada bebida me sacaron una tapa de raxó con tortilla de patatas y aceitunas y aparte pedimos una ración de pulpo a feira. Riquísimo. Dos rondas de bebida y la ración nos costó 30 y tantos euros para dos personas. Vuelta al hotel y a descansar.
Día 2:
09.00h: Desayuno buffet en el Parador. Muy bueno, con productos de calidad (bollería de la tierra, embutidos ibéricos, selección de platos calientes servidos a mesa…) y un ambiente relajado y tranquilo.
10.00h: Check-out y a aprovechar la mañana en Santiago. Este día llovió bastante, por lo que algo sí que se tuercen los planes. En mi caso, volví a dar otro paseo por la ciudad, sin rumbo, descubriendo nuevos rincones bonitos, pero un buen plan para el segundo día es visitar la Cidade da Cultura de Galicia, hacer una ruta por el Monte de Deus o aprovechar para entrar en museos que no te haya dado tiempo el día anterior.
14.00h: ¡A comer! Quería visitar Casa Manolo, uno de los favoritos de los locales y con menú del día incluso los domingos, pero estaba cerrado por vacaciones, así que busqué una opción más «moderna». Comí (también previa reserva) en la hamburguesería Sabroso, a solo quince minutos andando desde la Plaza del Obradoiro. Un local moderno, con una carta enorme de hamburguesas y con muy buena calidad e ingredientes top. Buenísimas, aunque comparando con lo que el día anterior pagamos por los mariscos me pareció algo más elevado de precio. Un entrante y un postre a compartir, una hamburguesa para cada uno y agua para beber costó en torno a los 50 euros para dos personas.
16.50h: Vuelta al tren. Un ratito de descanso, de lectura y de mirar las fotos del fin de semana y en tres horas llegamos a Madrid.
¿Se puede visitar Santiago de Compostela en un fin de semana?
Sin ninguna duda, sí, se puede visitar Santiago de Compostela en un fin de semana. Con solo una noche tienes tiempo de ver todo el casco histórico y probar sus platos más típicos, yendo con calma y teniendo tiempo para descansar. Si vas a querer entrar en muchos museos o visitar los alrededores, entonces te recomendaría una o dos noches más. Incluso, desde Santiago puedes hacer excursiones a sitios cercanos, como A Coruña o Finisterre.