En septiembre 2022 pasamos una semana en el hotel Labranda Bronze Playa, un todo incluido de cuatro estrellas en Gran Canaria. Llevábamos muy buenas expectativas por la categoría del hotel y las opiniones de las reviews de Google Maps, todas bastante positivas… pero la experiencia no fue nada satisfactoria.
En este artículo quiero contarte mis opiniones del Labranda Bronze Playa: habitaciones, comida, instalaciones, personal, ubicación y mucho más. Así podrás saberlo todo antes de visitar este hotel de Gran Canaria y así saber si merece la pena reservar según lo que esperas de tus vacaciones o no.
Si con el Bahía Príncipe Luxury Ambar Punta Cana la experiencia fue sobresaliente, en este caso me temo que no acertamos con la elección del Labranda Bronze Playa.
Instalaciones y personal del hotel Labranda Bronze Playa
Comenzamos hablando de lo primero que descubres al llegar al hotel Labranda Bronze Playa de Gran Canaria y son sus instalaciones y su personal.
La mayoría del personal es excepcional, te hacen sentir como de la familia y te ayudan en todo lo que pueden (y más). Destacamos especialmente a Alejandro (bar de noche), Sheila (bar de la piscina), Daniel (recepción), Pedro (buffet) y el socorrista (una disculpa enorme por no recordar el nombre). Si bien todo el personal es muy agradable y comprometido, estas cinco personas valen su peso en oro y merecerían estar trabajando en el mejor hotel de la isla.
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Y casi podríamos decir que aquí termina lo positivo de este hotel. Cuando llegamos, ya nos dimos cuenta que en fotos el hotel era mejor. La fachada principal está reformada y se ve bastante moderna… pero tiene este lavado de cara solo a medias, ya que si deslizamos la vista vemos que otra parte de la fachada del hotel está bastante antigua y descuidada.
Las instalaciones son decentes, limpias, pero no lo suficientemente grandes como para que te apetezca pasar tiempo disfrutando del hotel. La recepción, el bar, la zona de la piscina, el restaurante… Todo tiene un tamaño bastante familiar. Esto ya nos decepcionó un poco, máxime porque debido al ciclón tropical que azotó Canarias en septiembre 2022 tuvimos que pasar mucho tiempo en el hotel y al final, a causa de la falta de instalaciones comunes, pasamos prácticamente tres días sin salir de la habitación.
Habitaciones del Labranda Bronze Playa
Nos dieron una habitación con vistas a nada. Ni mar, ni piscina. Nuestra habitación, situada en la primera planta, a pie de piscina y de recepción, daba lugar a la calle, donde también estaba a pie, por lo que teníamos que mantener cuidado en estar con las cortinas cerradas para no convertir nuestra estancia en un Gran Hermano.
La habitación es amplia, con una zona de sala de estar separada de la propia habitación y del baño, por lo que sí está bien de tamaño. Estaba bastante limpia, pero había ciertos detalles que son inadmisibles en un cuatro estrellas.
El espejo de la habitación estaba destrozado, totalmente rajado por un golpe y teníamos que tener cuidado de no cortarnos. El agua de la ducha sale o a cañón disparado directo al alma o en modo lluvia que empapa todo el cuarto de baño. La insonorización es nula, en cuanto el de la habitación de al lado tosa lo escucharás. El aire acondicionado no lo pudimos poner ni una vez, ya que sonaba cual metralleta.
Solicitamos en recepción un cambio de habitación por el ruido del aire y en su favor tenemos que decir que nos lo aceptaron, pero finalmente pasamos la noche sin ponerlo y por no complicarnos la estancia nos quedamos con la habitación original y no lo usamos en toda la semana.
Comida y restaurante: el todo incluido en el que no engordé
Cuando vamos a un hotel todo incluido como el Labranda Bronze Playa esperamos tener variedad y opciones interesantes de picoteo entre horas. Ni una cosa ni la otra.
El restaurante, de nuevo, limpio, pero la comida es repetitiva y con una elaboración deficiente en muchos casos. Churros del desayuno como piedras, pizza helada, carne dura…
Había días que realmente me costaba elegir platos y una o dos veces terminé haciéndome una ensalada y tomando fruta de postre. La zona de las ensalada y de frutas bastante variada, el resto siempre igual: un plato de pasta, un plato de arroz, un plato de verduras, una plancha con un tipo de carne y un tipo de pescado, patatas fritas, un guiso de carne y otro de pescado, pizza y una sopa. Y fin.
Las opciones entre horas son inexistentes, por lo que el concepto todo incluido queda casi en exclusiva para las bebidas. Solo puedes pedir en el bar de la piscina un sandwich mixto frío o un helado de tarrina. No esperes hamburguesas, pizzas, perritos o gofres como en otros hoteles de la zona.
¿Lo positivo? Que ha sido la primera vez en mi vida que he ido a un todo incluido y no he engordado. Mi media está en unos tres kilos de más. En este volví exactamente igual que me fui. Algo bueno tenía que tener.
Animación, playa y piscina
La animación fue otro de los puntos que más flojearon durante nuestra estancia. El chico era muy agradable y hacía lo que podía, pero una sola persona con un altavoz no puede hacer mucho… Hubo dos noches de bingo (un bingo lentiiiisimo y con premios ridículos), una noche sin nada, otra noche solo con música y tres noches de cantantes que venían de fuera del hotel. La única noche que lo pasamos bien fue la del jueves, con una chica que lo hizo muy bien. El resto, nos dedicamos a jugar a las cartas… Mal si tenemos que recurrir a esto.
Por el día, la animación también era inexistente. Alguna clase de aquagym vimos en la piscina y algún juego, pero todo muy puntual y sin el ambiente de otros hoteles.
La piscina es pequeña y ESTABA HELADA. Ir a Canarias para no poder bañarte en la piscina tampoco es plato de buen gusto. Cuenta con otra zona de jacuzzi, con el agua también como cubitos de hielo, y con una piscina infantil que obviamente no probé.
La gran ventaja es que, al menos cuando yo fui, da igual a qué hora bajes a la piscina que siempre hay hamacas y sombrillas disponibles.
Y por último en el apartado de la piscina destacar que, para que podáis apreciar el nivel del hotel y el cuidado por los detalles, la música de la piscina era un Spotify gratis, por lo que entre canción y canción suenan los anuncios. Esto es algo que en un cuatro estrellas no tiene justificación.
Y ya para terminar, la Playa del Inglés se encuentra a apenas cinco minutos caminando, muy cerca, pero si lo que quieres es bañarte tendrás que acceder a ella a través de unas escaleras y al final se hace un poco pesado bajar hasta la orilla. Si solo te quieres quedar paseando por el paseo marítimo, entonces la ubicación es buena, ya que se encuentra muy cerca.
Opiniones del Labranda Bronze Playa: ¿lo recomiendo?
Termino con el apartado de mi experiencia en el hotel Labranda Bronze Playa con la valoración final. ¿Lo recomiendo? Depende de lo que busques.
Si quieres algo más tipo resort o al menos un hotel grandecito, con opciones de todo incluido entre horas, con comida que no te obligue a comer solo ensaladita y con una animación que no te haga acostarte a las 22 horas (poco se habla de la barbaridad de horas que dormí durante mis vacaciones, mi descanso me lo agradece), entonces está claro que el Labranda Bronze Playa te va a decepcionar igual que a mí.
Solo te lo recomendaría si encuentras una oferta MUY buena y te da igual estar en un hotel que en la práctica se queda en tres estrellas, con comida muy regular, sin picoteo entre horas y con una piscina pequeña y con el agua tan fría que apenas te bañarás. Si es un verdadero chollo, tal vez te lo puedes plantear. Si tienes otras opciones o si te sale a un precio normal de cuatro estrellas, entonces probablemente no cumpla expectativas.
¿Quieres una opción mucho mejor y por un precio similar? Aquí te damos nuestras opiniones del Alua Golf Trinidad, un hotel en Roquetas de Mar.
Otras preguntas que yo también me hice antes de viajar…
Estas son mis opiniones del Labranda Bronze Playa de Gran Canaria, un hotel de cuatro estrellas al que le sobra una estrella. A continuación os dejo un listado de preguntas que yo también me hice antes de mi estancia y que te pueden ayudar.
¿Dan toallas para la piscina?
Sí, pero hay que dejar un depósito de 10 euros por cada una. Los cambios tienen un coste de 1 euro.
¿Hay WiFi?
Sí, en todo el hotel. Funciona muy bien.
¿En el todo incluido entra todo?
No, hay cosas de pago, como las bebidas premium o los helados.
¿Puedo ir en pantalón corto al restaurante?
Sí, pero no en bañador.
¿Hay gimnasio o spa?
En el hotel no, pero se puede usar el gimnasio y el spa (con coste) del hotel Labranda Marieta.
¿Hay tienda para comprar souvenirs?
No, pero en los alrededores del hotel sí.
¿Hay caja fuerte en la habitación?
Sí, con un coste de 2,5 euros por día.
¿Hay minibar en la habitación?
Sí y no. Hay una nevera, pero totalmente vacía.
¿Qué extras hay en la habitación?
Champú/gel, jabón de manos, papel higiénico.
¿Puedo ir con niños?
Sí, pero el ambiente es más adulto.
¿A qué hora es el check in y el check out?
El check in a las 14:00 horas y el check out a las 12:00 horas. Tanto en el día de la ida como en el de la vuelta a nosotros nos dejaron quedarnos en el hotel con acceso al restaurante sin coste adicional.
¿Hay actividades de ocio disponibles?
Solo hay un billar.
¿Cuánto se tarda en llegar a las Dunas de Maspalomas?
Aproximadamente 30 minutos a paso ligero, unos 40 minutos a paso más relajado.